jueves, 7 de febrero de 2013


Gordita resultona.

Pocas mujeres son tan generosas y complacientes, en todos los sentidos. Pero somos tan imbéciles que la solemos cambiar por una niñata, monísima y estúpida, para dar envidia a los amigos. No tardamos en arrepentirnos. Pronto llega la primera pataleta de este espléndido trozo de carne con tacones. Entonces, intentamos volver con la gordita resultona, y nos encontramos con un caballero, que sí sabe apreciarla, y que nos advierte de que si nos acercamos a ella, se hará un collar con nuestros dientes. Ella nos mira con sonrisa satisfecha detrás de él. Solo apta para hombres de verdad.

No hay comentarios:

Publicar un comentario