domingo, 30 de junio de 2013

EL PRECIO DE LA CORRUPCIÓN. ¿Cuál es el precio que pagamos, como nación, porque Bárcenas haya tardado tanto en ingresar en la cárcel? ¿Cuál es el precio que pagamos si Bárcenas permanece en la cárcel sin cantar? Y si canta, ¿podremos a sumir el pago, como país a la deriva que somos, de la catástrofe democrática que pueden desatar las pruebas que el emprendedor suertudo Bárcenas ponga delante del juez? ¿Qué supone que once millones de personas hayan votado a un partido cuya cúpula está podrida? ¿Cuál es el grado de utilidad de la democracia, tal y como la entendemos hoy en día? Y por último, y para mí lo más importante, ¿seremos un pueblo capaz de regenerar tanta podredumbre?

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