Ayer cometí una negligencia de tráfico cuando iba conduciendo hacia la playa.
Pedí disculpas inmediatamente, siempre lo hago, pero al tipo no le bastó. Me
adelantó quemando gomas y ametrallándome con el pito, el del coche, puntualizo.
Yo no habrá permitido que fuera con el suyo, el del tipo, por mucha razón que
tuviera. Soy educado, pero no tonto.
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