jueves, 20 de agosto de 2015

Entre los libros que saco de la biblioteca está el que, seguroseguroseguro, voy a leer esta noche… Pero al rato de decidirme por uno (los otros lo he reintegrado a su lugar en la biblioteca, no sin antes acariciarlos un poco, para que no me odien), me llama una amiga sumamente tentadora (aunque sea morena y no viva arriba, sino en un barrio cercano al mío). Miro el libro, y pienso en mi amiga. “Ponte en mi lugar, campeón. ¿Qué harías tú si tuvieras que optar entre una catálogo de lencería y yo? Pues eso”. Y cuando tamborileo con mis dedos en la portada siento en las yemas el latido del mar…


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