Hace muchos años un hombre de fiar, que luchó contra Franco y sufrió
torturas escalofriantes, librero e inteligentísimo lector, me recomendó la
lectura de Josep Pla. Llevo el Cuaderno Gris en el coche, y lo releo en la
playa, que es mi biblioteca favorita… Hoy me he enterado de que quieren retirar
la placa con el nombre de este autor genial de una calle de Madrid. Mi forma de
manifestar mi absoluta discrepancia contra este disparate demagógico va a ser releer
a Pla, una vez más, esta misma tarde , después de bañarme en el mismo mar, el
Mediterráneo, que él tanto amó y del que escribió páginas bellísimas e imprescindibles,
como casi todas las que suyas, escribiera de lo que escribiera. A este paso, supongo
que el próximo en suprimir será Jaime Gil de Biedma… Así, no.
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