jueves, 1 de agosto de 2013

HOOVER

El ambicioso burócrata tiene delante de sus ojos la fotografía de un hombre llamado John Dillinger. Según los informes de los agentes a su cargo, se trata de un astuto atracador, que, junto a un grupo de fieles colaboradores, jamás roban a los clientes que se encuentran presentes en los bancos que saquean en apenas dos vertiginosos minutos. En su despacho, John Edgar Hoover siente admiración por este delincuente valiente, cuyos métodos revelan una profesionalidad impecable e infrecuente, y sueña con el día en que sus hombres lo atrapen. Ese día, piensa el todopoderoso director de la Oficina Federal de Investigación, le cerrará la boca a más de un periodista bocazas.

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