viernes, 30 de agosto de 2013

PARA UN ESTUDIO DEL FANATISMO POLÍTICO

En muchas ocasiones las creencias políticas extremas no son más que la trágica y podrida consecuencia de haber tenido un padre alcohólico y charlatán, una madre maltratadora y obsesiva, o ambas cosas a la vez. Más tarde, la víctima de la nefasta influencia de estos familiares directos y trastornados encuentra una forma idónea de expresar la rabia e impotencia generadas por todas aquellas experiencias infantiles traumáticas chapoteando, entusiasmado y furioso, en las aguas estancadas de cualquier manifestación política del resentimiento. Es decir, ciertas formas extremas de ver la vida no son más que fanáticos bastiones en donde se atrincheran quienes a edades muy tempranas fueron maltratados por la vida de forma cruel e indeleble. Ni que decir tiene que todas estas máscaras del odio solo tienen valor desde el punto de vista del análisis psiquiátrico…Por último, quiero destacar que, lamentablemente, muchos de estos casos clínicos patológicos figuran en todos y cada uno de los parlamentos de las corruptas y esperpénticas democracias occidentales…


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