viernes, 9 de agosto de 2013

para Clara
LA MUÑECA

La niña lloraba desconsoladamente. El escritor le preguntó:
-¿Qué te ocurre, pequeña?
-No encuentro mi preciosa muñeca de trapo- contestó la niña sorbiéndose los mocos.
El escritor le contó que la muñeca había ido a cuidar a su abuelita, que era muy mayor, estaba sola y vivía en un país muy lejano. La niña lo miró fascinada. El escritor le dio un beso y continuó su camino.

A los pocos días la niña recibió una carta en la que su muñeca le confesaba que se acordaba mucho de ella y que era muy feliz cuidando a su abuelita. A esta carta sucedieron otras muchas en las cuales la muñeca relataba diferentes experiencias que divertían mucho a la niña. Un día recibió un paquete. Cuando lo abrió, encontró una muñeca de trapo muy parecida a la que se fue a cuidar a su abuelita en un lejano país. Con la muñeca venía una nota que decía: “Esta amiga mía te hará compañía y jugará contigo hasta que yo regrese. Un beso muy fuerte, cielo”. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario