Los descaradamente orgullosos de pertenecer a la chusma. Sus cobardes tropelías
en masa, su pasión por el bárbaro ruido, su desprecio por el silencio y sus fértiles
tareas, su indecente tendencia a
postrarse ante mesías e iluminados, sus vómitos ovacionados sobre cualquier atisbo
de serena y creadora inteligencia, su estúpida y babosa exaltación de los trileros
de la palabra, su implacable desdén por el frágil y fundamental individuo…
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